Ekainaren amaieran Sardiniatik barrena, apunte hau euskaraz
A finales de junio estuvimos ocho días en la zona norte de Cerdeña. Pillamos habitación en Alghero, Olbia y Castelosardo.
Alghero
Salimos de casa en coche el día 21 y nos arrimamos a Toulon, cerca de Marsella. El ferry partió a eso de las seis de la tarde y llegamos a las 8 de la mañana del día siguiente a Porto Torres.
Habíamos reservado tres días en Alghero, pero no pudimos entrar hasta las 13:00 horas. No recuerdo qué hicimos por la tarde, pero esa mañana nos acercamos a Fertilia.
El 23 había viento mistral y no nos aseguraban que la barca pudiera acceder a la gruta de Neptuno. Cambiamos de plan: nos subimos al coche y nos fuimos a Bossa; nos bañamos en Bossa Marina, comimos en un restaurante de la playa y, por la tarde, nos subimos al tren turístico para hacernos una idea del pueblo.
Esa noche había hoguera de San Juan en la playa de Alghero. Y correfocs.
Finalmente, dejamos a un lado el plan de la barca y el día 24 fuimos en coche a la Gruta de Neptuno. Bajamos casi 700 escaleras, y las subimos después de la visita. El interior de la cueva merece la visita, pero también es cierto que éramos demasiados turistas para cosa buena.
Comimos en el camino y volvimos a Alghero.
En Olbia con la gente de Insula Felix
El día 25 era domingo. Hicimos casi tres horas de coche hasta llegar a Olbia. Conviene tener en cuenta que, debido a la orografía, en las carreteras sardas muchas veces cuesta superar una media de 60 kilómetros a la hora.
El día 26 por la tarde dimos una vuelta por el golfo de Olbia con dos voluntarios de la asociación cultural Insula Felix. Nos acompañaron una pareja de Dublín y un par de mujeres alemanas. Muy recomendable paseo.
Conseguimos el contacto de casualidad, porque Sorkunde se acercó a la oficina de turismo y trajo un folleto que nos llamó la atención. En la web que he enlazado en el párrafo anterior se pueden comprar los billetes para la excursión, la cual dura un par de horas.
El nombre de la asociación, según nos contaron, viene del nombre ¿cartaginés? de Olbia, isla feliz en castellano. El creador del proyecto falleció en el 2021 a la edad de 97 años y se llamaba Giovanni Maria Craboledda.
Al día siguiente, 27 de junio, teníamos planeada una excursión a la Isla de la Maddalena. Nos confiamos demasiado y casi nos quedamos en tierra. Nos pidieron que estuviéramos en el barco media hora antes de partir, pero salimos tarde de Olbia, fuimos por una carretera sinuosa en la que era imposible adelantar camiones y autobuses. Por tanto, os recomiendo que vayáis con tiempo y sin prisa para aparcar.
El paseo marino duró unas siete horas y, si no recuerdo mal, el barco se paró tres o cuatro veces para que nos pudiéramos bañar.
Nos tocó en la misma mesa dos parejas de jubilados italianos. El hombre que se sentó enfrente dijo ser siciliano y tener un amigo ondarrés. Se llamaba Domenico y se había dedicado a la pesca. Casualidades de la vida, su colega de Ondarroa se llamaba Domeka.
Eso sí, nadie nos dijo que allí hay una base militar de la OTAN.
Castelsardo
El día 28 nos desplazamos a Castelsardo. Más concretamente a Lu Bagnu, donde estuvimos dos días conociendo un poco el pueblo y la playa de Lu Bagnu.
Como teníamos coche, compramos aceite de Giuseppe Brozzu en Castelsardo.
El día 30, sin apenas pegar ojo, nos levantamos a las 3:30 de la mañana para llegar a las 4:20 a Porto Torres. La salida estaba prevista a las 7:15 y debíamos estar en el puerto, como muy tarde, dos horas antes. Pero el ferry de Grimaldi Lines llegó a eso de las 7 y había que vaciarlo de viajeros y trastos varios. Menos mal que luego teníamos un camarote para dormir.
Comimos algo y nos hicieron dejar la habitación para las seis y media de la tarde. Llegamos a las 9 de la noche a Barcelona y de allí en coche para llegar a Donostia a eso de las 2:45 de la mañana.
Libros
Acabé la lectura de Virtudes (y otros misterios), libro que comencé a leer en casa. Su autor es el periodista Xesús Fraga y me lo regalaron mis amigos ourensanos Xepe y Celia. Fraga se centra en contar la vida de parte de su familia. Yo me quedo con la abuela Virtudes: como su marido no tuvo demasiada suerte en Venezuela, la buena señora se fue por su cuenta a Inglaterra y pasó 30 años limpiando casas.
El segundo lo empecé y lo acabé en Cerdeña. Es un pequeño ensayo, Su festak, obra de Jon Urzelai. Un libro bien documentado sobre el fenómeno de los macrofestivales. De ese tipo de libros que lees con un lápiz a mano.
Os recomiendo los dos libros y una vuelta por Cerdeña.