De la Maza y Munduate organizaron el pasado viernes una nueva edición del Pintxos and Blogs en el bar donostiarra El Rincón. Para mí, y creo que para más de uno de los presentes, fue el mejor hasta el momento.
Nos juntamos alrededor de cuarenta personas para escuchar a Iñigo Estomba y Josean Lizarralde «Pottoko». Nos sentamos a eso de las 20:30 horas y no abandonamos el local hasta después de la media noche. Tenéis tres o cuatro vídeos en el canal de blip de Makgregory (y crónica del mismo Mak). Os dejo aquí mismo la charla de Estomba.
El tema, en principio, era Pobreza y cooperación, pero Estomba prefirió hablar desde el principio de exclusión social. A su juicio, es más difícil especificar qué es la pobreza. Iñigo Estomba es jefe del Servicio de Inserción Social (Bienestar Social) del Ayuntamiento de San Sebastián y centró el tema hablando de los colectivos excluidos más importantes y de las ayudas que ofrecen las distintas
administraciones. José Antonio Lizarralde (Pottoko), por su parte, es responsable de Aterpe, un servicio de Caritas Gipuzkoa que trabaja con la gente excluida que vive en la calle. Nos contó a qué se
dedican.
No tomé apuntes, pero sí que quiero poner negro sobre blanco cuatro ideas que me rondan en la cabeza desde el viernes. Como he dicho más arriba, podéis escuchar y/o ver los vídeos para saber de qué hablamos ese día.
La pérdida del tejido social
Esta idea la machacó Pottoko. Piensa un rato cuáles son los cuatro pilares de tu vida. Ahora imagina que uno se va al garete. Y al poco tiempo, otro. Y ya para joder más las cosas, los dos últimos también. Eso es lo que les ha pasado a las personas que viven en la calle, son gente que lo ha perdido todo.
Nosotros seríamos tan cabrones como ellos
También lanzó Pottoko esta frase. Cuando habla con las personas que andan por Aterpe y le cuenta cómo ha sido su vida, siempre piensa lo mismo: en tu situación, habría sido tan cabrón como tú.
Jóvenes magrebíes (marroquíes, sobre todo)
Iñigo Estomba contó que la mayoría de los jóvenes marroquíes no acompañados que están en Gipuzkoa provienen de una gran ciudad (dudó, pero finalmente lanzó el nombre de Tetuán). Esta ciudad tiene arrabales (según él, no debe de ser algo habitual en Marruecos). Las mujeres de las familias que
viven en esos arrabales trabajan en fábricas, porque son mano de obra barata. Muchas horas y poco dinero (¿80 euros mensuales?). Los maridos, aunque son musulmanes, le dan al jarro, no asumen el rol de padres y eso hace que nadie se ocupe de los niños. Si a ello añadimos que el sistema escolar expulsa del mismo a quienes no cumplen las reglas, se termina por (des)hacer el puzzle.
Muchos de esos jóvenes están en Gipuzkoa y son de los más problemáticos. Sí, son unos cabrones, pero no conviene olvidar de dónde vienen. Ni tampoco conviene dejar al margen que, muchas veces, es capital español el que está detrás de las fábricas.
Gitanos rumanos
También dijo Iñigo que, aunque no resulta fácil saber qué hay detrás de estos grupos, la mayoría de los gitanos rumanos que se dedican a la mendicidad en San Sebastián provienen de una ciudad (cuyo nombre he olvidado). Están aquí porque es una plaza buena. Es gente que viene y va a/de Rumanía (tienen allí su casa). No quieren vivir aquí. Están de paso.
Bazterketa sozialari buruzko gogoetak, apunte hau euskaraz.
Subido originalmente al blog Pedradas en las Voces Amigas de Javier Ortiz: Algunas reflexiones sobre la exclusión social.
La ciudad rumana que dijo era Blaj (Tan sólo tiene 1900 personas de etnia gitana)
Efectivamente fue muy interesante, me encantó lo que dijo Íñigo (no así su pesimismo/realismo?), y me quedo con dos detalles:
Íñigo (Ayuntamiento) dijo que habían acordado que atenderían a las personas sin mirar su situación legal (papeles) y Pottoko dijo que para dormir (ahora tb para comer) en el Atterpe era necesario estar empadronado en Gipuzkoa, dos visiones distintas en éste caso.
También me quedo con los 160 voluntarios que trabajan en el Atterpe, un proyecto tremendamente sólido y con mucho apoyo, gran trabajo.
Otra cosa interesante es que ahora la Diputación parece que no cumple escrupulosamente la ley con los menores que llegan (como han hecho siempre otras provincias) y por eso se han ido yendo.
joder, por fin veo algo de luz. Luz critica. La unica. Solo quiero decir (pues estoy emocionalmente saturado) que Caritas es una instutucion sin verguenza y que les padezco, impotente, sin poder protestar por ningun medio legal. No se a quien recurrir. No se como protestar. Lo he intentado todo y aun sigo intentandolo pero no se como hacerlo. Mi cena segun «Aterpe» espera a la noche en mi mochila. Es un cacho de pan y cuatro «quesitos» de esos como los de «El Caserio». Pero tengo mil quejas. Mil. Espero que alguien nos ayude. Que alguien nos libre de Caritas porque si ellos se van es mas probable que las ayudas sociales destinadas a nosotros los pobres puedan por fin llegarnos y no perderse en sus gestores.