Arantxa Gurmendi
El domingo al mediodía nos acercamos a la despedida de Arantxa Gurmendi que tuvo lugar en el tanatorio Zorroaga. Saludé a su marido Antton Elosegi y nos quedamos a la espera de que comenzara el acto que iba a celebrarse en el exterior.
Sí que hicieron algo en el interior, pero era un sitio demasiado reducido para que toda la gente allí reunida estuviera cómoda.
El txistu de Juan Mari Beltran nos fue reuniendo en torno a un pie de micrófono instalado fuera Afortunadamente, el día era fresco y luminoso. La vida de Arantxa dio bastante de sí y había gente de la farándula, del mundo del euskera, del movimiento feminista, camaradas de luchas políticas, familiares, etc.
La actriz Olatz Beobide dijo que el último adiós a Arantxa había de hacerse al aire libre, teniendo en cuenta cómo era ella. Añadió que el micrófono estaba abierto para que cualquiera lo utilizara.
Una persona que no identifiqué quiso agradecer cómo había hecho frente al Alzheimer. Koldo Aulestia (Afagi) dijo que fue la primera enferma de todo el estado español que habló de su enfermedad, y recalcó que lo hizo antes de Pasqual Maragall. Recordó unas palabras que dijo en un congreso de Valladolid. Y es que han sido trece años desde que le diagnosticaran dicha enfermedad allá por el 2010.
Otra persona que no conocía, y que se identificó como músico, habló de algún proyecto en común, y lo hizo con un punto de gamberrismo muy de agradecer en momentos así.
La actriz Ainhoa Aierbe leyó en euskera el poema Orain hilak ditugu de Karmele Jaio. Podéis leer su versión también en castellano: Ahora tenemos muertos. Arranca así:
Ahora tenemos muertos.
Se nos murieron amigos,
el padre, la madre.
Ahora ya sabemos qué hay que hacer,
a dónde tenemos que llamar,
cuánto vale una corona de flores.
Dos personas que se ocuparon de la gestión del local autogestionado Guardetxe (en la falta de Urgull) tomaron la palabra para agradecer su ayuda. Rafa dijo con sorna que le dio clases de cómo hablar en público, pero que él no era un alumno aplicado.
El acto terminó con una versión adaptada para la ocasión de Agur, Jesusen ama.
No tuve mucha relación con Arantxa, pero sí que coincidimos en el homenaje a Javier Ortiz que tuvo lugar en la primavera de 2010 en el Koldo Mitxelena. Y es que ambos coincidieron, entre otros sitios, en Burdeos a comienzos de la década de 1970.
Alberto Arizaga
Mientras iba acabando el adiós a Arantxa, me llegó un mensaje al móvil: Alberto había decidido que le sedaran. Eso sí, antes quería beberse una cerveza y fumar un cigarro.
Antes de acudir a la despedida de Arantxa, había hecho una subida y bajada rápida a Igeldo. Me pasé por el txoko de Pedro, muerto el 18 de junio pasado. Los cuatro que aparecen en la foto forman parte de la cuadrilla del Artikutza de la que hablo en el texto sobre Pedro: Edurne, Maider, Iñaki y Alberto. Tengo poco que añadir a lo que entonces escribí.
Alberto fue uno de los fundadores de la empresa de sonido e iluminación de espectáculos Eragin, y fue así como lo conocí. La mayoría lo conocerá por su trabajo en la producción del Festival de Cine durante más de dos décadas. Este día 28 de diciembre habría cumplido 64 años.
Da una pena de la hostia tener que decir adiós a gente así, pero es verdad que hemos disfrutado mucho con su compañía y que recordaremos los buenos momentos vividos.
El acto de despedida será el 26 de diciembre en el tanatorio de Benta Berri (Donostia) a las siete de la tarde.
Antes de la cena del 24 «cantamos» una canción que a Alberto le gustaba mucho: Libre de Nino Bravo. Ya de madrugada, estuve repasando el video que le grabé el año pasado mientras perpetraba la canción.
Iba a ponerla por aquí, pero os dejo el hilo que he puesto esta mañana en eso que antes llamábamos Twitter. Allí aparece.
Prefiero poner aquí Sendero a la cascada.
genio y figura, un grande.
como voy a echar de menos esos zorionak todos los domingos.
un abrazo enorme