Hace unos días escuché la primera entrevista de la nueva temporada del podcast Barruan gaude. Oier Aranzabal apenas recorrió 300 metros a pie para ir a casa de Jon Benito.
Igande ederra egiten du gure 60. anfitrioiaren etxean sartzeko:
Jon Benito, enpatearekin konformatzen da.
Entzun eta harpidetu @eitbpodkast-en edo dena delako audio plataforman.
ð§ðð½https://t.co/AT5sWoW7sk — Barruan Gaude ðï¸ (@BarruanGaude) October 16, 2022
A sus 41 años, Jon Benito acaba de publicar el libro Lagun minak y esa fue la excusa para la convesación.
[Abro paréntesis]
Estos últimos días estoy leyendo la Vuelta al país de Elkano de Ander Izagirre. Un viaje (más o menos) en bici por rincones del País Vasco. Ayer leí el capítulo dedicado a su encuentro en Baiona con Itxaro Borda tras los restos de los judíos en esa ciudad y otros rincones labortanos.
Ander escribe la edad de Borda. Si no estoy equivocado, esto es una novedad en los libros de Ander: poner la edad de sus interlocutores. Se lo preguntaré la próxima vez que lo vea. Si me acuerdo…
[Cierro paréntesis]
Como he dicho un poco más arriba, Jon Benito tiene 41 años y va más o menos a libro por década desde que publicara el primero a los 20 años (en 2001, Aingurak erreketan). El segundo, Bulkada, es del 2010, rozando la treintena.
Han pasado varios días desde que escuché el podcast Aranzabal-Benito y, sobre todo, hay una idea que no acaba de irse de mi cabeza.
Benito se refirió a las pocas ganas, necesidad o interés por hacer pública su opinión. No recuerdo las palabras exactas.
Y da vueltas en mi cabeza porque son cada vez más las veces en las que no tengo ganas de dar mi opinión sobre muchas cuestiones. Porque no tengo opinión o la que tengo no tiene ningún interés para ser hecha pública. No negaré que en ocasiones también hay algo de falta de valentía. Porque todo el mundo está a favor de la libertad de expresión, pero nos cuesta entender y respetar aquellas opiniones que no compartimos.
Bueno, eso es lo que quería decir hoy aquí y ahora.
Quiero escribir también que el pasado domingo estuve viendo Hondamendia en la sala Gazteszena de Egia (yo siempre en el equipo de Nando). Se vio el estilo de siempre de Artedrama encima del escenario, con esos ritmos trepidantes y, a veces, difíciles de seguir para el espectador.
La actriz que más me gustó fue Ruth Guimerà. No la conocía y he visto que se ha pasado varios años en Estados Unidos. Me gustó mucho en el papel de Garmendia, con mucho de la consejera vasca Tapia(etaleturia). Pero recordad que esto es ficción y que la realidad generalmente la supera y sucede más allá de nuestra vista.
Los días 28 al 30 de octubre en Egia tenéis la oportunidad de ver la obra: tres funciones. Luego, como buenos titiriteros, llevarán por los teatros vascos que les programen su Hondamendia.
«Ni banoa bigarren aldiz ikustera» («Yo voy a verla por segunda vez») dice hoy Agus Perez en Berria.
Sin olvidarnos del tuit de Harri Fernández: el teatro como único espacio de libertad.
Behin, mainstream-etik (ideologia kontuengatik) zokoratua dagoen aktore madrildar batek aitortu zidan askatasun eremu bakarra antzerkia zela. Gaur Zaldibarri buruzko ‘Hondamendia’ lana ikusi dut eta hori izan dut buruan une oro. Joan zaitezte Gazteszenara, joan zaitezte ikustera pic.twitter.com/uzUtZaK7yI — Harri X. Fernández (@Harrifernandez) October 23, 2022
Iritzi bat entzun da, apunte hau euskaraz
Subido originalmente al blog Pedradas en las Voces Amigas de Javier Ortiz: Se ha escapado una opinión.