Después de bastante tiempo, enciendo el ordenador en casa. Paso las fotos de los últimos meses del teléfono al ordenador. Un domingo lluvioso, otoñal.
No he publicado nada aquí desde el 31 de agosto. Decidí no publicar nada en septiembre porque, entre otras cosas, he estado tres semanas de vacaciones.
A comienzos de mes, todavía en casa, comimos con Maria de Mataró y familia. Ya en el camino, hicimos lo mismo con amigas de Santander en Suances.
Una piedra golpeó el parabrisas del coche camino de Avilés. Al final de la León-Benavente, puede comprobar que los de Carglass son buenos en lo suyo.
Nos dejamos seducir y acunar por la calma de Chaves, Portugal.
En Galicia hubo algo más de mambo: pulpo a feira; pasamos dos magníficos días con Celia y Xepe de guías locales tras montar el campamento en Doade (Sober, Lugo; Puri Díaz Ferreiro nos enseñó la bodega, los vinos y los viñedos en Vilachá de Salvador (leed, por favor, este reportaje de Ander Izagirre; tenéis más en la web de Adegas da Memoria); el proyecto arqueológico de San Lorenzo (aunque no estuvimos con Xurxo Ayán), el mural del poeta Lois Pereiro en su Monforte de Lemos natal; un catamarán por el río Sil; el restaurante A Faragulla en Chantada (pena que nos pillara en ruta y que no pudiéramos estar allí con más pausa); O Grove y A Toxa, el campo de golf, el balnerario, hoteles de cinco estrellas, el Davos gallego… pero también mariscadoras y mariscadores con dolor de riñoñes y butaneros latinos en calles estrechas; el librero Cano en Pontevedra y su Libraría Paz (si no entendí mal, Galicia es el territorio del estado español con más librerías por habitante; así, en Pontevedra debe de haber más de una decena para una población de 80.000 habitantes; recuerdo que en Irun-Hondarribia-Hendaia, hay sólo dos); el último domingo en Vilagarcía de Arousa…
Y mañana de repente a currelar.
Se acabó el verano.
Bueltan, apunte hau euskaraz.
Subido originalmente al blog Pedradas en las Voces Amigas de Javier Ortiz: De vuelta.