Caro Javier.
Escribo estas líneas la víspera del decimotercer aniversario de tu muerte. Se dice fácil.
Releo despacio y marco las sílabas: de-ci-mo-ter-cer a-ni-ver-sa-rio. Añado muer-te. Trece años tiene mi sobrina más joven. Ella nació unos meses antes de tu fallecimiento.
Miro cuantas entradas tiene la etiqueta dear_jor. 19 textos antes de etiquetar esta carta que estoy escribiendo ahora. La última entrada es del 1 de mayo de 2018. Por aquel entonces ya había comenzado a releer tus columnas, apuntes y textos que dieron lugar al libro publicado en abril de 2019: Javier Ortiz, talento y oficio de un periodista.
En la primavera de 2009, Ibarretxe dejó de ser lehendakari y tomó su relevo Patxi López. En Madrid gobernaba Zapatero y Juan Carlos I era el rey. Hoy el PNV manda en Vitoria, el PSE-EE hace de muleta de Urkullu y los socialistas están en un gobierno de coalición con Podemos en Madrid. No sé dónde estaba entonces Pablo Iglesias, ni a qué se dedicaba Ayuso.
Desde esta esquina del mundo occidental, las dos cosas más gordas que nos han pasado recientemente son la pandemia de la covid-19 (parece que en esta parte hemos decidido pasar página ya; sólo espero que no sea en balde) y la invasión rusa de Ucrania del 24 de febrero de este 2022. Hay una tercera que nos va a dar más quebraderos de cabeza que las dos anteriores (aunque nunca se sabe): la crisis climática.
Me gustaría tenerte opinando, ahora y siempre, pero eso ya no es posible. Hago un esfuerzo para recordar tu número de teléfono, pero se me ha olvidado. Estaría bien llamar y ver a quién pertenece ahora. Sólo nos queda releerte.
Hablando de leer y releer, creo que cada vez leemos menos en Internet («habla por ti», que diría una persona cercana). Me da que las redes sociales (creo que no salseaste en Twitter ni en Facebook) tienen mucho que ver.
Hay momentos en los que pienso que debería cerrar este blog, pero siempre me viene a la cabeza que soy hijo de una Internet que va camino de desaparecer: aquella de los grupos de correo como la Patera y esta de los blogs. Y entonces me digo que no está mal tener un rincón soberano en el que poner cuatro letras de vez en cuando.
Y hoy las líneas te las dedico a ti.
Te echo mucho de menos. Te echamos mucho de menos, querido.
Un abrazo.
Iturri
2009ko apirilaren 28a, apunte hau euskaraz
Iturri, este «rincón soberano» sigue siendo nuestro punto de encuentro, gracias a ti.
Petonets
La desaparición de este medio informático, esta web, supone la pérdida de un vínculo grande, humanista, digno.
¡Un abrazo, Javier!